Está finalizando el segundo año de la guerra entre Rusia y Ucrania, pero esta guerra dista mucho de finalizar. Ambos bandos se ven sumergidos en una contienda de desgaste. Rusia lucha por romper las líneas defensivas ucranianas, mientras que Kiev se esfuerza por mantener el esfuerzo bélico.

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Dada esta situación, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, busca más apoyo a nivel internacional. El día 10 de enero de este año, se reunió con los representantes de los gobiernos de los tres Estados Bálticos: Estonia, Letonia y Lituania (Noticias UKR24, 2024). Cabe resaltar que estos tres países, representan un interés geoestratégico muy relevante, ya que no solo lindan con el enclave ruso de Kaliningrado, sino que tienen frontera directa con la Rusia continental.

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Esta visita sucede bajo el contexto de un masivo bombardeo por parte de las fuerzas rusas a objetivos civiles ucranianos. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, el 70,3% de los misiles y el 83,8% de los drones lanzados por Moscú, fueron interceptados.

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Adicionalmente, la moral de la sociedad ucraniana aún sigue alta, según el Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS), el 58% argumenta que los contraataques por parte de Kiev deben comenzar después del invierno (que ha alcanzado temperaturas de 20° grados bajo cero). Pero lo sorprendente de este porcentaje es, que la sociedad ucraniana quiere seguir luchando con o sin el apoyo de los países occidentales.

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A pesar del alta moral que puede tener la sociedad ucraniana, el problema del gobierno de Kiev es, que no cuentan con la tecnología adecuada y la cantidad de efectivos disponibles para lanzar una serie de contraofensivas a lo largo del frente. Por esa razón una de las medidas que ha tomado reciente mente el gobierno de Zelensky es reclutar ucranianos en el extranjero. Según el medio Noticias UKR24, el Presidente “no se refiere a las personas que fueron evacuadas al extranjero en los primeros días de la guerra, sino a los hombres en edad de reclutamiento que abandonaron Ucrania ilegalmente”. Adicionalmente, agregó que no solo es importante defender a Ucrania en primera línea, sino también pagar impuestos al presupuesto.

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Por el otro lado, el Presidente ruso Vladimir Putin intensifica su maquinaria de guerra. El Kremlin ya había anunciado en noviembre del 2023 que incrementaría su gasto militar en un 67,5% para el período 2024-2026. Esto quiere decir que, por primera vez en la historia moderna del país, los gastos militares superarán a los gastos sociales, ya que la proporción de este gasto en el presupuesto global caerá del 31,7% al 29,9%, mientras que el presupuesto militar rondará el 30%, y si se incluye el gasto de la seguridad nacional y de las fuerzas del orden, este gasto asciende al 40% del gasto total.

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Como conclusión, la paz no es una opción para ninguno de los dos bandos, ya que representaría no solo la victoria de uno sobre el otro, sino que además significaría o la dominación rusa sobre Ucrania o la total debilidad militar rusa. Es por ello que, los dos Estados se están preparando para lo que muy posiblemente sea otro largo año de guerra en Europa del Este.