Vladimir Putin hace 24 años que está en el poder como Presidente de la Federación Rusa, desde que asumió este rol en el año 2000 como sucesor de Boris Yeltsin y, sin embargo, tras casi un cuarto de siglo, ha sido electo para estar al mando de país por otros 6 años.

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Para contestar a la interrogante de por qué ha triunfado el actual mandatario, debemos analizar el escenario político del país euroasiático, cómo está configurado el oficialismo y la oposición. En cuanto al primero, el partido de Putin, Rusia Unida, ha llevado al país a una guerra convencional que casi nadie pensaba que se podía llevar a cabo ya bien entrado el siglo XXI, lo que ha valido a Rusia la rotunda condena internacional. No solamente esto, sino que cualquier persona que se manifestase en contra de la guerra ha sido apresada y encarcelada, con penas que rondan los 7 años de prisión. Como ha sido el caso de un artista de San Petersburgo fue condenado por reemplazar etiquetas de precios en supermercados con consignas contra la guerra, mientras que un poeta de Moscú fue sentenciado también a 7 años por recitar versos contra la guerra en público.

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Entendiendo que la oposición es severamente perseguida y no tiene la posibilidad de expresarse con libertad, dado que los medios de comunicación independientes han sido cerrados y/u obligados a erradicarse en el extranjero, y que, además, el principal líder opositor, Alexei Navalny ha fallecido de forma repentina en una prisión en el Ártico siberiano ruso cumpliendo una condena de 19 años, ¿Qué opciones tenía el pueblo ruso a Putin?

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Las opciones comenzaban por Nikolai Kharitonov, candidato del Partido Comunista, y que tenía como eslogan propagandístico volver a la gloria del pasado socialista de los tiempos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la cual es una visión que pocos rusos comparten.

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Luego, hallábamos a Leonid Slutsky, candidato del Partido Liberal Democrático, que es visto por los rusos como el político sumergido en un caso de acoso sexual, y que además no representa una verdadera oposición al Kremlin. Cuando un periodista le preguntó si, pensaba que iba a ser un mejor presidente que Putin, él contestó que “esa es decisión de nuestro pueblo” y que simplemente participaba en las elecciones presidenciales para “verificar” que realmente era el líder de dicho partido político.

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Vladislav Davankov, líder del Partido Gente Nueva, era el último de los candidatos opositores, y al igual que Slutsky, no criticaba a Putin, sino que toda su campaña se basó en centrarse en los problemas internos y cómo generar un mejor desarrollo general del país.

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La estrategia de los candidatos que se presentaron como opositores era hablar del pasado glorioso o simplemente mencionar los problemas internos que tiene Rusia (pero jamás indicando que sean originados por el régimen actual), ya que saben que no pueden criticar al oficialismo abiertamente, sino corrían el enorme riesgo de que sus candidaturas no sean tomadas en consideración, como le ha pasado a Boris Nadezhdin, el líder opositor del partido Iniciativa Cívica, que en febrero de este año la Cámara Electoral Central de Rusia rechazó su candidatura porque había “irregularidades” en un 15% de las firmas que presentó para avalar su candidatura, y dicho organismo estatal permite irregularidades de hasta un 5%.

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La caída de las candidaturas es un golpe duro para los opositores que critican al régimen, pero también hay otras formas de silenciarlos, como el caso de Vladimir Kara-Murza, líder del Partido de la Libertad Popular, que ya en 2015 y 2017 había sobrevivió a dos intentos de envenenamiento y finalmente fue encarcelado en el 2022 al inicio de la guerra y condenado a 25 años de prisión por “alta traición”.

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Como conclusión, al no haber una oposición real a Putin, no ha sorprendido a los países occidentales que obtuviese un “rotundo triunfo” con el 87,28% de los votos. Es más, muy pocos países lo han felicitado por el resultado electoral, como han sido el caso de Narendra Modi, Primer Ministro de la India, Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela y Xi Jinping, Presidente de la República Popular de China.